En el año 1902 nació en la ciudad de Contulmo, Región del Biobío, el señor Carlos Kuhn Spichiger, hijo de colonos suizos – alemanes.
En el año 1920 Don Carlos se radica en la ciudad de Concepción. A los 18 años comenzó a trabajar para la firma comercial Julio Plesch. Permaneció en esa empresa durante 7 años, llegando a ocupar el cargo de encargado Jefe de Sección.
En 1928 fundó una fábrica de muebles junto a dos de sus hermanos, que se ubicó en calle Banderas 780, propiedad a la cual se accedía en ferrocarril para la descarga de materias primas, principalmente madera. Esta estaba equipada con modernas maquinarias y un personal técnico que poseía un bien ganado reconocimiento, solventado a través de la calidad de sus trabajos.
Los muebles fabricados gozaron de un merecido prestigio, dado la calidad y la exclusividad de sus productos lo que le valió en enero de 1933 la fabricación del sillón presidencial al entonces Presidente de la República, Don Arturo Alessandri Palma.
En 1938 fundó la casa comercial que se ubicaba en Barros Arana 542, la cual tenía una permanente exposición de muebles de su fabricación, además de secciones de cuchillería fina, lozas y porcelanas, cocinas y estufas a carbón entre otros muchos productos para el Hogar.
Esta firma proveía muebles como caja de fondos, paneles divisorios de interiores, muebles metálicos como escritorios, archivos y en general muebles de oficina. Sus principales clientes eran diferentes reparticiones públicas y universidades así como también grandes compañías industriales.
Esta empresa comercial fue la única de su tipo en Concepción y debido a la exclusividad de los rubros que ofrecía, contaba con una selecta clientela. Don Carlos Kuhn tuvo el privilegio de decorar y amoblar las más distinguidas casas de Concepción y ciudades aledañas en la región.
En 1953 el gran incendio en las calles Caupolicán y Barros Arana quemó totalmente la tienda, obligando a don Carlos a replantear su negocio, dándole énfasis a satisfacer necesidades integrales del hogar, incorporando nuevos productos, tales como línea blanca importada, papeles murales, cortinas, alfombras y muebles, convirtiéndose en pionero en la decoración.
En Chile en las décadas de los 70 y 80, hubo un cambio fundamental en la política económica, lo cual modificó sustancialmente las tiendas y negocios nacionales con la apertura comercial al mundo. Esto incorporó competencia y especialización en los productos ofrecidos al público, incorporando tecnología, nuevos elementos y soluciones en las cubreventanas.
Fue justamente en esos años dónde la hija de Don Carlos, la señora Lucy Kuhn se hace cargo de la tienda, dándole continuidad a esta actividad comercial ya por 90 años.